A LA SOBERBIA
Como el Sol cuando impide que el lucero
resplandezca con luz en su presencia,
de esta forma el soberbio así silencia
el éxito del otro que es puntero.
De su envanecimiento prisionero
pretende ser el astro en apariencia
que tiene más fulgor, más eminencia,
movido por espíritu altanero.
Absorto ante el espejo se recrea
en donde se refleja su arrogancia,
y así, exultante, allí se pavonea.
Desprecia a los demás con petulancia
y sólo de sus hechos alardea,
quitando siempre al prójimo importancia.