HIERRO Y PEDERNAL
De pedernal que pecho esconde duro
se irradia lumbre que por ojos mana,
que en ceniza a mi fe convierte ufana
y a mi esperanza cerca en fuerte muro.
En cruel latido hierro hay, seguro
de chispa que de ti encendida emana
con afán destructor con que se afana
para frustrar anhelos que procuro.
¡Fuego y ceniza!, es mi triste estado.
Ilusiones, que rotas, se han perdido
en un continuo afán desesperado.
Hay hierro y pedernal en tu latido
que han frustrado mis ansias, y me han dado
profundo desengaño en mí sentido.