LUNA SEDUCTORA
¿Por qué tú así me miras tan risueña,
que parece que quieres seducirme?
¿Acaso desde el cielo, al percibirme,
de un triste corazón quieres ser dueña?
¿Porque esquiva y fatal mujer se empeña
en hacerme infeliz, a redimirme
acudes con mirar que hace sentirme
querido con amor que mi alma sueña?
¡Oh, mi querida Luna y seductora!:
Pues quieres cautivarme a tu belleza,
permíteme nombrarte a ti señora;
sí, señora de mi alma, pues presteza
muestras queriendo ser mi salvadora,
¡calmando mi dolor y mi tristeza!