Si acaso me leyeras algún día
recuerda que escribí sentidos versos,
algunos de pasión, temas dispersos,
otros de gran dolor o de alegría.
Siempre pensé que yo te encontraría
en ellos tus sentidos tan inmersos,
que tú comprenderías los diversos
sentimientos que mi alma ayer tendría.
A toda hora quise yo ofrecerte
trozos del corazón, que compartieras
aquello que pudiera conmoverte.
Qué alegría saber que me leyeras
para crear un vínculo, y traerte
mis inquietudes, ¡y que tú sintieras!