SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

LUNA QUE ME VELAS

LUNA QUE ME VELAS

 

¡Cruel y engañosa luna que me velas

cuando ya están cerradas mis pestañas,

que en mis insomnios, muda, me acompañas!

¿Por qué, distante tú, no me consuelas?

 

¿Por qué mis pesadillas hoy tutelas

hurtándome el descanso con extrañas

ficciones? ¿Por qué a mi alma, con patrañas,

mantienes confundida o la desvelas?

 

Permanente testigo de mis sueños

o vigilias, favor a ti te imploro.

¡Que sean mis delirios halagüeños!

 

¡Que las lucubraciones que elaboro

no sean más  congojas, sino ensueños,

aquellos con que vida yo endulzoro!

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