CAMINO DEL AVELLANO
También hoy pasear podré temprano
por la orilla del río, hacia la fuente,
y escucharé los mirlos en el puente
de la acequia que corre junto al llano.
Desde el camino que hay del Avellano
contemplaré Albaicín resplandeciente
de blancos cármenes en la pendiente
del cerro; Sacromonte en altozano.
Entre higueras, acacias y almecinos,
a maitines llamando una campana,
escucharé de un ruiseñor sus trinos;
llegaré donde el chorro de agua mana
y allí, contemplativo, tras los pinos,
yo me preguntaré: ¿vendré mañana?