A LA LUNA
Finísima rodaja te delata
en cielo que presides estrellado,
observando, curiosa, mi apenado
sentir por cruel ruindad de infiel ingrata.
Sólo le dio cariño, ¡oh insensata!
este mi corazón necesitado
de expresiones de amor, martirizado
por aquella traición que lo arrebata.
¿Por qué escondida ocultas tu presencia
tras cortina de negra sombra, Luna?
¿Por qué encubres así tu concurrencia?
¿Acaso fuiste cómplice, en mi ausencia,
de aquella deslealtad que me infortuna
y sientes el pudor en tu conciencia?