REPRIMIDO
¡Destructora vorágine en mi pecho!
Inmenso torbellino de pasiones,
implacable arrebato de emociones
que exigís un estado satisfecho:
Aplacad vuestra furia, pues sospecho
que mi alma, despojada de ilusiones,
no podrá resistir las situaciones
que vosotras creáis por ruin despecho.
Si vengaros queréis porque no he dado
sustento a vuestro anhelo, perdón pido
por haberos, ingrato, silenciado.
Sabed que la razón me ha mantenido
rehén de su codicia, y me ha obligado
a vivir junto a ella, reprimido.