SI VOLVIERA A NACER
Si yo naciera el día de mañana,
padre, habría de darte los abrazos
y besos que, orgulloso, no te di.
Si yo naciera el día de mañana,
padre, con tierno afecto y devoción
colmaría de risas tu mirada.
Qué injusto fui yo entonces, ignorando
que tu actitud tan firme de un inmenso
amor paterno estaba rebosante,
olvidando que siempre tus desvelos
y tus ansias también fueron por mí.
Y yo, ciego e ingrato en mi altivez
quise olvidar tu afán de amor de padre.
¡Qué mezquino fui, padre, qué mezquino!
Está llorando mi alma arrepentida
por los besos que yo tanto te debo
y no podré jamás a ti ya darte.
Yo quisiera morir para poder
nacer de nuevo y darte todo aquello
que, miserable, un día te negué.
Si mañana volviera yo a nacer…