¡SOLEDAD!
¡Soledad!: Si eres paz y eres tormento,
inoportuna, a mí me desconciertas;
cuando te necesito tú te ausentas,
pero si yo te encuentro pena siento.
Nunca contigo puedo estar contento
porque con tu actitud me desorientas,
pues me niegas la paz que representas
para entregarme a mí tu sufrimiento.
¿Por qué eres injusta hoy conmigo
negándome la paz que sé atesoras
para tratarme a mí como enemigo?
¿Acaso acrecentar el cruel castigo
pretendes con tu acoso a todas horas
sin brindarme el sosiego que persigo?