NO QUEDAN RUISEÑORES JUNTO AL RÍO

REPRIMIDO

REPRIMIDO

 

¡Destructora vorágine en mi pecho!

Inmenso torbellino de pasiones,

implacable arrebato de emociones

que exigís un estado satisfecho:

 

Aplacad vuestra furia, pues sospecho

que mi alma, despojada de ilusiones,

no podrá resistir las situaciones

que vosotras creáis por ruin despecho.

 

Si vengaros queréis porque no he dado

sustento a vuestro anhelo, perdón pido

por haberos, ingrato, silenciado.

 

Sabed que la razón me ha mantenido

rehén de su codicia, y me ha obligado

a vivir junto a ella, reprimido.

NO QUEDAN RUISEÑORES JUNTO AL RÍO

QUIERO ARRANCAR EL TIEMPO DE MI PIEL

QUIERO ARRANCAR EL TIEMPO DE MI PIEL

 

Quiero arrancar el tiempo de mi piel

aunque sea a jirones de experiencia,

aunque sangre mi alma,

aunque sienta el dolor que tanto la aterra.

Para que fluya libre de recelos,

para que viva de nuevo ingenua,

para que tenga sonrisa de niño,

voy a robarle el tiempo a mi esencia.

Quiero mirar de nuevo a todo el mundo,

quiero admirar el paisaje,

quiero observar el cielo

con inocencia.

Voy a extirpar el tiempo de mi piel

y quede desnuda mi alma.

¡No quiero ser de él su consecuencia!

NO QUEDAN RUISEÑORES JUNTO AL RÍO

LA ALHAMBRA

LA ALHAMBRA

 

¡Altas torres altivas y arrogantes

que despectivamente me miráis!

¡Enrojecidos muros que escucháis

del Dauro sus rumores incesantes!

 

¡Oh lujosos palacios fascinantes

que romances de amor, mudos, calláis!

¡Fuentes de suave son que allí habitáis,

que seducís sentidos, muy galantes!

 

Hoy vengo ante vosotros, desolado,

en busca del sosiego que me ampare

del dolor que en mi pecho se ha formado.

 

¡Dadme pronto el alivio que buscare

esta alma que, errante, ya ha encontrado

edén en que el pesar se mitigare!

NO QUEDAN RUISEÑORES JUNTO AL RÍO

MELANCOLÍA

MELANCOLÍA

 

Desnúdanse los chopos junto al río

tiñendo de amarillo el verde suelo;

veloces nubes son del sol el velo

en este gris de otoño, hoy sombrío.

 

Parecen ateridas por el frío

las temblorosas hojas, y revuelo

de pájaros distrae triste duelo

de un pobre corazón, cual es el mío.

 

Suave rumor de arroyo en la ribera

endulzando su llanto lo corteja

para aliviar congojas que tuviera.

 

Grato aliento recibe ya su queja,

mas la melancolía que sufriera

el agua cristalina la refleja.