SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

EL TIEMPO

EL TIEMPO

 

Pausadamente el tiempo se desliza

debajo de los pliegues de mi piel,

y mudado en finísimo troquel,

va grabando mi cara y la actualiza.

 

Como artesano hábil utiliza

con mano magistral sutil cincel

que sin causar dolor, pero muy cruel,

en mí profundos surcos realiza.

 

Ejecuta incansable su trabajo

sin querer descansar ninguna hora,

siempre sacrificado y en su tajo.

 

El ansiado descanso no lo añora,

aunque se lo requiero sin relajo.

¡Altivo y arrogante él me ignora!

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

¡SOLEDAD!

 

¡SOLEDAD!

 

¡Soledad!: Si eres paz y eres tormento,

inoportuna, a mí me desconciertas;

cuando te necesito tú te ausentas,

pero si yo te encuentro pena siento.

 

Nunca contigo puedo estar contento

porque con tu actitud me desorientas,

pues me niegas la paz que representas

para entregarme a mí tu sufrimiento.

 

¿Por qué eres injusta hoy conmigo

negándome la paz que sé atesoras

para tratarme a mí como enemigo?

 

¿Acaso acrecentar el cruel castigo

pretendes con tu acoso a todas horas

sin brindarme el sosiego que persigo?

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

NUDO PASIONAL

 

NUDO PASIONAL

 

Hoy pugnan por salir a borbotones

palabras de inquietud desesperadas,

de mucho llanto y gran dolor formadas,

intentando expresar mis conmociones.

 

Quisiera liberar tantas pasiones,

durante mucho tiempo silenciadas,

que en mi garganta se hallan apiñadas

y asfixiándome están mis emociones.

 

Trozos del corazón van empujando

suspiros, con afán firme y tozudo

de querer liberarse, batallando;

 

pero tan colosal es este nudo

tan pasional que a mí me está ahogando,

que  me he quedado hoy del todo mudo.

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

A MI ALMA

A MI ALMA

 

Las costuras de mi alma están sangrando

de penas llena, y, como carcelera

de sus ansias, que guarda por su mera

ambición, lento a mí me va matando.

 

Quisiera desnudarla, así mostrando

sus quejas a otra alma que tuviera

un pesar, que también sufrir pudiera,

y serenarla, su dolor cantando;

 

pero, ruin compañera y ambiciosa,

me ha privado de luz, sólo queriendo

que no pueda expresar ninguna cosa.

 

Quiero llorar por lo que estoy sufriendo

pero su obcecación tan rigurosa

ha logrado que esté hoy ya muriendo.

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

TENGO QUE CONFESAR QUE YO HE LLORADO

TENGO QUE CONFESAR QUE YO HE LLORADO

 

Tengo que confesar que yo he llorado

movido por el canto de unos versos,

en ellos mis sentidos tan inmersos,

que fue mi corazón enajenado.

 

Expresiones hermosas me han creado

sentimientos de amor u odio diversos,

por mi ser receptivo muy dispersos,

y que en poema bello se han juntado.

 

La emoción en palabras contenida

mi sustancia ha ahogado de ternura,

de fuertes sensaciones encendida.

 

¡Que sea poesía mi lectura

que a mí me deje el alma conmovida,

donde halle consuelo mi amargura!

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

MI TIERRA

MI TIERRA

 

En el campo del perro y de la oveja,

pedregales y almendros florecidos,

cortijos por el tiempo ya destruidos,

seguro amparo hoy de la corneja.

 

Paraje favorable a la vulpeja,

de lagartijas, pozos casi hundidos,

míseros secarrales repartidos,

lugar en donde crece la colleja.

 

Hoy llego aquí con mi alma enamorada

de los viejos recuerdos de mi infancia,

nuevas nostalgias de mi edad pasada.

 

¡Oh, mi tierra primera de fragancia

de tomillo y romero, modelada

de fantasía y sueño en la distancia!

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

LUNA QUE ME VELAS

LUNA QUE ME VELAS

 

¡Cruel y engañosa luna que me velas

cuando ya están cerradas mis pestañas,

que en mis insomnios, muda, me acompañas!

¿Por qué, distante tú, no me consuelas?

 

¿Por qué mis pesadillas hoy tutelas

hurtándome el descanso con extrañas

ficciones? ¿Por qué a mi alma, con patrañas,

mantienes confundida o la desvelas?

 

Permanente testigo de mis sueños

o vigilias, favor a ti te imploro.

¡Que sean mis delirios halagüeños!

 

¡Que las lucubraciones que elaboro

no sean más  congojas, sino ensueños,

aquellos con que vida yo endulzoro!

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

CAUTO Y PRECAVIDO

CAUTO Y PRECAVIDO

 

¿Qué veo en el espejo que refleja

mi yo? No reconozco esa mirada.

¿Dónde la ingenuidad, en mí confiada,

pues ojos suspicaces asemeja?

 

¿Dónde está la inocencia que pareja

leal fue de mi niñez endulzorada?

¿Acaso por la edad abandonada

buscó refugio en cara menos vieja?

 

Los años me cambiaron y han traído

suspicacia y temor; mas me han robado

la confianza que yo hube tenido.

 

Triste  melancolía me ha embargado

al ver la candidez como se ha ido,

y me ha dejado cauto y precavido.

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

CONVERSACIÓN CON MI INFANCIA

CONVERSACIÓN CON MI INFANCIA

¿Te acuerdas cuando tú te preguntabas

de mayor qué serías? ¡La inocencia!

¡Pobre infeliz!, carente de experiencia,

hermosas ilusiones te creabas.

 

Han pasado los años que ideabas

y aquí a mí ya me tienes, consecuencia

del cruel y duro azar, en la creencia

de un fracaso en aquello que soñabas.

 

Y ahora que tú y yo somos el mismo,

otra vez, de ilusiones del mañana

de nuevo hemos creado un espejismo.

 

Sin embargo yo temo que la anciana

edad nos haga ver con realismo

lo que viene: ¡la muerte muy cercana!