SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

A GRANADA

A GRANADA

 

Sube suave rumor por tus laderas

para escalar tus torres almenadas,

curiosas, sobre el río así asomadas,

tras destellos del oro en sus riberas.

 

Esbeltas salas, ricas sus maderas

en primorosa taracea trabadas,

mocárabes preciosos, estrelladas

bóvedas, son de fuentes, y palmeras.

 

Rugir callado de leones suena

en los bellos palacios de Granada;

¡estancias donde mi alma se serena!

 

Y enfrente hermosa sierra muy empinada,

cuna de nieves y lagunas llena.

Y la vega a sus pies. ¡Ciudad soñada!

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

POCO A POCO SE ENSANCHA MI PASADO

POCO A POCO SE ENSANCHA MI PASADO

 

Poco a poco se ensancha mi pasado

achicando el futuro que me espera,

en medio mi presente que hoy uniera

experiencia de ayer y afán soñado.

 

Rápido se desplaza el hoy llegado

a lo que en el ayer se convirtiera,

para estrecharse más lo que siguiera

al ahora que está ya comenzado.

 

Veloces hoy las horas van llegando

trayendo realidad a mi persona;

me van continuamente  actualizando.

 

La edad me determina y condiciona:

mi forma de vivir me va forzando

y ante mi postrer fin me posiciona.

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

SOLEDAD

SOLEDAD

 

Todos piensan que estoy solo,

pero todos hoy se engañan,

pues tengo muchos amigos,

son amigos que me aman.

El primero es la tristeza

que a mi espíritu lo embarga;

también el tiempo está entre ellos,

siempre a mí él me acompaña,

en mi cara podéis verlo

pues mi edad misma lo avala.

También siempre están conmigo

los sentimientos de mi ánima,

el alma misma es mi amiga

que mis penas siempre aguanta.

Hay amigos del pasado,

en mi presente hoy andan,

los viejos recuerdos son

de algunas dichas pasadas,

también rancias ilusiones

para el día de mañana,

la incertidumbre del día

que a mí me amenaza al alba.

Otros amigos también,

los desvelos y esperanzas,

pero el que a mí más me quiere,

el que más a mí me ama,

el que siempre está conmigo

¡es la soledad del alma!

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

COMO LA ROSA

COMO LA ROSA

 

Como al amanecer la fresca rosa

presume de su olor y de belleza,

y soberbia de sí cuando el día empieza

se exhibe en su jardín tan orgullosa,

 

así te muestras tú, tan ostentosa

con tu gran hermosura y fortaleza,

como la flor que ensalza su viveza

mostrando su color, muy vigorosa.

 

Mas declina a la tarde su frescura

anunciando vejez que empalidezca,

y en esta nueva etapa se inaugura;

 

veloz y a la carrera, ya madura,

como tú, quedará cuando anochezca

en el lugar donde ella vida apura.

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

EL TIEMPO

EL TIEMPO

 

Pausadamente el tiempo se desliza

debajo de los pliegues de mi piel,

y mudado en finísimo troquel,

va grabando mi cara y la actualiza.

 

Como artesano hábil utiliza

con mano magistral sutil cincel

que sin causar dolor, pero muy cruel,

en mí profundos surcos realiza.

 

Ejecuta incansable su trabajo

sin querer descansar ninguna hora,

siempre sacrificado y en su tajo.

 

El ansiado descanso no lo añora,

aunque se lo requiero sin relajo.

¡Altivo y arrogante él me ignora!

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

¡SOLEDAD!

 

¡SOLEDAD!

 

¡Soledad!: Si eres paz y eres tormento,

inoportuna, a mí me desconciertas;

cuando te necesito tú te ausentas,

pero si yo te encuentro pena siento.

 

Nunca contigo puedo estar contento

porque con tu actitud me desorientas,

pues me niegas la paz que representas

para entregarme a mí tu sufrimiento.

 

¿Por qué eres injusta hoy conmigo

negándome la paz que sé atesoras

para tratarme a mí como enemigo?

 

¿Acaso acrecentar el cruel castigo

pretendes con tu acoso a todas horas

sin brindarme el sosiego que persigo?

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

NUDO PASIONAL

 

NUDO PASIONAL

 

Hoy pugnan por salir a borbotones

palabras de inquietud desesperadas,

de mucho llanto y gran dolor formadas,

intentando expresar mis conmociones.

 

Quisiera liberar tantas pasiones,

durante mucho tiempo silenciadas,

que en mi garganta se hallan apiñadas

y asfixiándome están mis emociones.

 

Trozos del corazón van empujando

suspiros, con afán firme y tozudo

de querer liberarse, batallando;

 

pero tan colosal es este nudo

tan pasional que a mí me está ahogando,

que  me he quedado hoy del todo mudo.

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

A MI ALMA

A MI ALMA

 

Las costuras de mi alma están sangrando

de penas llena, y, como carcelera

de sus ansias, que guarda por su mera

ambición, lento a mí me va matando.

 

Quisiera desnudarla, así mostrando

sus quejas a otra alma que tuviera

un pesar, que también sufrir pudiera,

y serenarla, su dolor cantando;

 

pero, ruin compañera y ambiciosa,

me ha privado de luz, sólo queriendo

que no pueda expresar ninguna cosa.

 

Quiero llorar por lo que estoy sufriendo

pero su obcecación tan rigurosa

ha logrado que esté hoy ya muriendo.

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

TENGO QUE CONFESAR QUE YO HE LLORADO

TENGO QUE CONFESAR QUE YO HE LLORADO

 

Tengo que confesar que yo he llorado

movido por el canto de unos versos,

en ellos mis sentidos tan inmersos,

que fue mi corazón enajenado.

 

Expresiones hermosas me han creado

sentimientos de amor u odio diversos,

por mi ser receptivo muy dispersos,

y que en poema bello se han juntado.

 

La emoción en palabras contenida

mi sustancia ha ahogado de ternura,

de fuertes sensaciones encendida.

 

¡Que sea poesía mi lectura

que a mí me deje el alma conmovida,

donde halle consuelo mi amargura!

SI ACASO ME LEYERAS ALGÚN DÍA

MI TIERRA

MI TIERRA

 

En el campo del perro y de la oveja,

pedregales y almendros florecidos,

cortijos por el tiempo ya destruidos,

seguro amparo hoy de la corneja.

 

Paraje favorable a la vulpeja,

de lagartijas, pozos casi hundidos,

míseros secarrales repartidos,

lugar en donde crece la colleja.

 

Hoy llego aquí con mi alma enamorada

de los viejos recuerdos de mi infancia,

nuevas nostalgias de mi edad pasada.

 

¡Oh, mi tierra primera de fragancia

de tomillo y romero, modelada

de fantasía y sueño en la distancia!